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Copyright Francisco José Del Río Sánchez 2008

domingo, 25 de junio de 2017

Historias de Terramar

He terminado de leer el volumen "Historias de Terramar" De Ursula K. Le Guin, maestra de escritura de fantasía y de vida, donde se recogen los 5 cuentos escritos por ella ambientados en el universo fantástico del archipiélago de Terramar. En ello he encontrado algún eco del precedente "El señor de los anillos" de Tolkien pero sobre todo semillas de inspiración para los  posteriores Harry Potter de J. K. Rowling y la "Canción de Hielo y Fuego" , más conocida como Juego de Tronos, de George R. R. Martin. Las Historias de Terramar, careciendo de sexo y violencia explicita, son unos excelentes relatos para todos los públicos llenos de perlas de sabiduría en los que la autora al final no deja de hablarnos sobre la vida y nuestro camino interior.

Me gustaría compartir con vosotras algunas de esos destellos de sabiduría que han resonado en mi con intensidad y que modestamente creo que a todas nos pueden decir algo:

Vuestro soy, no sólo por parentesco y tradición, sino también por el compromiso que tengo con vosotros. Más es tiempo de recordar que soy vuestro servidor, pero no vuestro sirviente. Cuando sea libre de volver, volveré. Hasta entonces, adiós.

La mano tenebrosa que durante toda la vida le oprimiera el corazón, la había soltado ahora. Pero no sentía alegría… Lloró por los años que había permanecido esclavizada a un mal inútil. Lloraba de dolor porque era libre.
Lo que estaba empezando a descubrir era el peso de la libertad. La libertad es una carga pesada, extraña y abrumadora para el espíritu que ha de llevarla. No es cómoda. No es un regalo que se recibe, sino una elección que se hace, y la elección puede ser difícil. El camino asciende hacia la luz; pero el viajero que soporta la carga acaso no llegue jamás a la meta.

¿Te das cuenta, de que un acto no es, como creen los jóvenes, lo mismo que una piedra que levantas del suelo y arrojas lejos, que da en el blanco o yerra, y nada más? Cuando levantas la piedra la tierra se aligera y la mano que la sostiene es más pesada. Cuando la arrojas influye en los circuitos de los astros, y allí donde golpea o cae, el universo cambia. De un acto cualquiera depende el Equilibrio del todo… Hemos de aprender a mantener el equilibrio. Somos inteligentes, y no hemos de actuar en la ignorancia. Somos capaces de elegir, y no hemos de actuar sin responsabilidad. ¿Quién soy yo, aunque pueda hacerlo, para castigar y recompensar, para jugar con el destino de los hombres?

El consejo de los muertos no es provechoso para los vivos.

…En nuestra mente. El traidor, el yo, ese yo que grita: ¡Yo quiero vivir, y que se pudra el mundo con tal de que yo viva! La pequeña alma traicionera que hay en nosotros en la oscuridad… Nos habla a todos. Pero sólo algunos la comprenden… los héroes, los que buscan ser ellos mismos. Ser uno mismo es una cosa rara, y grande. Ser uno mismo para siempre, ¿no es más grande todavía?

Somos tan corteses, nada más que señoras, señores y maestros, nada más que reverencias y cumplidos… Pero como ya no era una muchacha, no sintió temor sino sólo asombro ante el modo en que los hombres organizaban su mundo hasta convertirlo en esa danza de máscaras, y ante la facilidad con que una mujer aprende a danzarla.

… su poder es el poder de los hombres, sus conocimientos son conocimientos de hombres. La hombría y la magia tienen su base en una misma roca: el poder les pertenece a los hombres. Si las mujeres tuviesen poder, ¿qué serían los hombres sino mujeres que no pueden dar a luz? ¿Y que serían las mujeres sino hombres que pueden hacerlo? (En este párrafo si cambias magia por espiritualidad y lo lees de nuevo encontrarás más sentido en él)

...
…¿Por qué les temen los hombres a las mujeres?
-Si tu fuerza depende solamente de la debilidad del otro vives aterrorizado –dijo Ged.
-Sí; pero  parecería que las mujeres le temen a su propia fuerza, que sienten miedo de ellas mismas.
-¿Les enseñan alguna vez a confiar en sí mismas?

-No, no nos enseñan a confiar… Si el poder fuese tener confianza… Todo parece tan superfluo… El verdadero poder, la verdadera libertad, residiría en la confianza, no en la fuerza.






De esta escritora también he leído la excelente novela de ciencia ficción: "La mano izquierda de la oscuridad"





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