Muchos de nuestros momentos de sufrimiento en la vida se relacionan con la imposibilidad de soltar.
Las personas que pueden despedirse con un buen adiós son más capaces de comprometerse totalmente con los demás.
Un buen adiós es aquel en el cual, incluso en medio de la tristeza de la despedida, podemos reconocer los que nos aportó.
Cuando el apego ya no tiene mas razón que el hábito y no aparecen propósitos que den sentido y trascendencia, es el momento de soltar.
"El apego es una prueba de no aceptación".
Totalmente de acuerdo. Es tiempo de soltar sobre todo en mi vida. Soltar y dar las gracias por todo lo bueno que taque tiempos pasados nos aportó . Soltar el alma de mi hija, soltar el apego de mis amigas del alma que tengo lejos de mi ciudad y tanto me ayudaron a crecer soltar soltar.... FLORDECERA
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