Despreciada por todos los que la rodearon, solo tuvo un poco de luz gracias a sus hijos...
Hasta que un día encontró un ángel sobre la tierra, como ella, que le mostró un poco de luz...
Y el destino quiso que nuestros caminos se cruzarán, y a pesar de mi inseguridad y de cierta desconfianza en ambos; su determinación por dejar de sufrir, y su fe y entrega en la terapia le abrió un nuevo mundo...
Lleno de luz, paz y amor, que le permitió comprender tantas sensaciones, tantos mensajes recibidos, que en más de una ocasión le llevaron a creer que estaba loca...
Quedaron atrás tantas vidas terribles llenas de amargura y desesperación, abriendo paso a un alma elevada que escogió esta vida tan dura para no tener que encarnarse más...
La niña dorada, la llaman la corte de espíritus que la ayudan en su misión, y están siempre con ella...
Para mi una gran oportunidad de aprender en mi trabajo y de su gran humanidad...
Se acabó la terapia, solo la rodea la luz...
Queda otro trabajo, más espiritual, que el cielo determinará su duración y profundidad...
Gracias...
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