Lo que a primera vista podría habérmelo tomado a mal, se convirtió en una oportunidad, la de meditar solo a mi ritmo, además toqué los cuencos para mí, me canté y me tumbe a relajarme, cuando sentí que empezaba a dormirme, decidí irme. Toda una gozada, era la primera vez que estaba en luz del viento sin tener que ocuparme de los demás.
Lo único que no me gusto mucho es encontrarme la sala de meditación, que usamos los miércoles, desmantelada, ese tema no se va a solucionar hasta que no nos aclaremos sobre que habitación usar y las tres meditaciones que se hacen se hagan en tres habitaciones diferentes... Como el chiste... hay que organizarse.
Aclaro que hay meditación en Luz del viento los lunes, miércoles y viernes, lo que pasa que solo se ha publicitado la de los miércoles.
Amor y Luz en vuestras vidas
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