DESGASTE

Esta semana ha sido muy dura para mí energéticamente ayer sábado no podía más estaba casi sin energía con unas ojeras que me llegaban hasta los pies a las cinco de la tarde. En casa pensaban que tenía una gripe pero no era así. Sentía un frío terrible en todo mi lado izquierdo, en la cabeza a ratos sentía corrientes de aire muy fuertes. Esta sensación la arrastré desde el martes que recibí una visita en la consulta bastante cargada, la persona que me vino a visitar jugaba con energías oscuras y la verdad es que me dejó unas cuantas. Pero bueno todo comenzó el sábado pasado cuando yo estaba en un congreso y mi marido me llamó diciendo que se llevaba a mi hijo de urgencias al hospital por que tenía un dolor muy fuerte en el lado izquierdo. Cuando lo estaban examinando desde la distancia le hice un trabajo para despegarle una presencia oscura que tenía enganchada en esa zona concreta. Al acabar de realizarla me llama mi marido para decirme que el niño de repente se le fueron los dolores y dejó de gritar y que los médicos no le encontraban nada. A la madrugaba siguiente me despierto explicándole a mi marido que he soñado que a mi hijo le había salido una erupción en la zona que le había dolido y que lo llevaba al pediatra y veíamos en la consulta a otro niño con otras erupciones como él. Cuando lo acabo de explicar mi marido me mira y me dice que al niño le había salido una erupción importante en ese lado. Bien, lo llevé al pediatra y sucedió lo que había soñado. Bien seguimos, el martes como antes explicaba viene un paciente que entra a sus pacientes con energías blancas y acaba trabajándoselos con energías oscuras. Bien me dejó uno muy fuerte que se me enganchó fuertemente en el lado izquierdo. El miércoles voy a casa de un paciente que trato a domicilio y éste se queja de su lado izquierdo de la cara que se le hace el ojo pequeño que empieza a ver borroso y se marea. Yo lo miro y le veo una oscuridad como una sombra, le empiezo a mandar luz blanca, lo cazo con una red de luz blanca y lo envío al lado derecho y éste sin haberle advertido nada, comienza a decir que se empieza a encontrarse bien de repente.
El jueves, el viernes y sábado ya no podía más hasta que me bañé con sal y me froté con vinagre de manzana y al fin descansé.