No estoy seguro de no resbalar y dudo, pero al final de la escalera, una luz deslumbrante se abre paso entre la oscuridad...
Una figura; se quien es. Una mujer me recibe, su rostro, aunque humano, es puntiagudo, con sus ojos a cada lado...
Me toma las manos, y despliega unas enormes alas de mariposa, llenas de colores. Me insinúa que abra mi cuerpo, y una falla vertical se abre en mi torso, su energía fluye hacía mi y comienza a inundarme... Enorme alegría, se me saltan las lagrimas...
Al rato se levanta y comienza andar de forma saltarina, aunque camino por un oscuro vacío insondable, me invita a seguirla... con cada paso crea una isla, que yo, no sin temor, uso para caminar...
Se detiene y sonriendo me indica el suelo y mis pies, en ese momento entiendo, doy un paso fuera de sus huellas y emergen las mismas islas bajo mis huellas... Comprendo el mensaje, nosotros hacemos nuestro propio camino, no podemos seguir un camino ya trazado; y andando hacía los lados, hacía atrás, también comprendo que aunque nos parezca que retrocedamos siempre avanzamos por nuestro camino. Nunca damos pasos atrás, siempre progresamos, por muchas revueltas que nos parezca que tiene nuestra vía. Esa es nuestra mente que siempre esta juzgando...
Al momento me veo en un lugar mágico habitado por todo tipos de seres, entre ellos centauros machos y hembras, arboles majestuosos de los que cuelgan lianas floridas y en una pradera, junto a un arroyo, una mujer de belleza resplandeciente que cepilla su melena rubia, contemplando el curso del arroyo...
Me siento a su lado y al introducir mi mano en el arroyo, compruebo que es miel lo que fluye por él, la mujer sonríe y me dice: "Quizás te parece demasiado empalagoso", deseo que se convierta en agua, y está sustituye a la miel...
Embelesado acaricio su pelo... (Llega gente a casa, tengo que levantarme) Asiente y me transmite que no es una interrupción, sino que hay que estar tanto en la tierra como en el cielo...
Mientras se difumina la experiencia, siento que me me vuelvo a abrir a nuevas experiencias...
Solo nosotros construimos nuestro camino...
1 comentario:
Poema de Tozan.
¿Quién osaría igualar
Al que no depende ni del ser ni del no - ser?
Todos queremos abandonar
la corriente de la vida ordinaria,
Pero sólo él vuelve a sentarse en las cenizas.
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