El juez interior
Cada vez que analizamos, que criticamos, que juzgamos, fortalecemos el juez interior, esa parte de nosotros que nos encadena al sufrimiento y nos aleja de la plenitud, de la felicidad...
Cada vez que nuestro juez interior se empequeñece hasta desaparecer, brota en nuestro interior el amor, la compasión, la piedad hacia todas las existencias... incluido nosostros mismos.
En el momento en que hacemos un analisis anulamos nuestro hemisferio derecho, donde reside la compasión, el amor incondicional. Si veo a un mendigo que lleva meses sin lavarse y percibo su olor, automaticamente lo califico como horroroso, en ese momento dejo de verlo como un igual, aunque nos obligemos a hacerlo, será una obligación que entrará en conflicto con el desagrado que produce el olor. Sin embargo si soy capaz de transceder mi analisis de lo que es agradable o desagradable veré ante mi una persona y nada más. No analizar no significa no actuar, cuando conduces tienes que analizar la información que recibes, pero necesitas calificarla?. Si ves un coche en una rotonda solo necesitas saber que es un coche y si anda o se para, pero no necesitas saber su marca, ni si te gusta o no, todo eso es un desperdicio que nos separa de la acción justa. Es dificil de explicar porque a mi mismo me cuesta entenderlo.
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