Como una exhalación A... nos trasladó al interior de una cueva, para desaparecer a continuación. Parece que lo de, como ibamos a hacer el trabajo, solo se refería a nosotros.
Estabamos en completa oscuridad, sentiamos que cientos de ojos nos observaban, me recordaba a cuando se entra en una cueva que está llena de murcielagos, sabes que están pululando pero no los ves. El suelo y las paredes de la cueva estaba formado por aristas cónicas muy puntiagudas, entre ellas parecían moverse seres oscuros.
Delante nuestra un trozo de pared de la cueva se había desgajado formando algo parecido a una puerta, dejaba entrever una oscuridad inmensa al otro lado. Continuamente salían espíritus oscuros por la hendidura. Siguiendo las indicaciones que nos había dado A... pusimos intención en que aquella abertura quedará cerrada y después de mucho esfuerzo lo conseguimos.
Evidentemente habiamos logrado cerrar la puerta, pero también llamar la atención, todos los oscuros que se encontraban en la cueva nos miraban sin saber muy bien que hacer, la verdad que nosotros tampoco, jajaja.
Empezamos a llenar de luz la cueva, conforme se iban sanando los oscuros ascendían hacia el cielo como luciernagas. Cuando llenamos por completo la cueva de luz dimos por terminado el trabajo.
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