Es compasión ayudar al otro, entender sus motivaciones, ponernos en su lugar...
Pero también es compasión dejar que se de cabezazos contra la pared hasta que comprenda que se la va a abrir la cabeza en canal...
Y si al final termina abriendosela es su responsabilidad... No estamos aquí para salvar a nadie...
A los que nos lastiman por ignorancia o por tener un nivel de conciencia limitado, no debemos responderles con rencor sino con compasión...
La compasión hará que nuestra luz brille con mayor fulgor, impidiendo que se nos acerquen con mala intención...
En el zen los meditantes, a petición propia, reciben bastonazos con la finalidad de espabilarse si están adomercidos o de relajar la espalda si están muy tensos. Nunca es un castigo. En un retiro comenzarón a dar el Kyosaku (Bastón en japones) cuando la voz del maestro resonó en el silencio de la sala: "Más fuerte, tener compasión."
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