Una silueta negra de un toro se refleja contra el blanco del techo del dormitorio. Se refleja varias veces superpuestas como en un coro de sombras chinescas. La habitación está completamente oscura, como la puse al acostarme, pero está oscuridad es más densa, opresiva.
No se si estoy despierto o dormido, es como si me despertará dentro del sueño; creo estar despierto para al rato ver que sigo durmiendo. No puedo levantarme, lo intento una y otra vez sin conseguirlo.
Quiero llegar a la puerta y abrirla, llamar a ... Soy como una masa derretida que se desliza por la cama, desciende al suelo y se acerca a la puerta. Estiro la mano pero cuando parece que el pomo gira y la puerta se va a abrir, me veo de nuevo tumbado en la cama; parece que despierto. Pero la oscuridad es la misma.
Me deslizo una y otra vez hacía la puerta con un grito que se ahoga en mi garganta. Todo está oscuro, se que estoy en el infierno o algo parecido, soy consciente de ello; ne he hundido en las profundidades de la oscuridad y lo he echo yo solo, con mis problemas sin resolver. Una voz habla en mi mente, - No es real.
Algo me ataca, me veo pelenandfo con lo que sea. - Te has dejado arrastrar de nuevo- insiste la voz.
La oscuridad es muy densa, sólo despertandome podré salir de ella. Con enorme dificultad abro los ojos, me levanto abró la puerta para que el cuarto se ilumine.
Me tumbo en la cama agotado, quiero cerrar los ojos, pero si lo hago volveré a caer en la densidad de la oscuridad. Resisto sin cerrar los ojos, poco a poco consigo espabilarme...
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