Isla Decepción

Más de 20 años de relación, dos hijas... Un día entiendes porque te sientes muerto en vida. Es como si fuéras el último en las prioridades de la familia. Plantéas la situación...

Vano intento de conprensión, esfuerzo inutil si estabas comoda; además tu también eres responsable de esa situación.

Intento de avanzar, pero el vacio continúa en tu corazón... y no en tu mente.

Queréis arreglar la fachada cuando los cimientos están podridos...

Hasta que un día un vendaval lo echa abajo. Alguien te abre una puerta, detrás está la vida. !Sorpresa!, no lo puedes creer, se despierta algo en tí; una tenue pasión por vivir, !Todavía queda vida en tu interior!. Algo se desborda en tí y ya no lo puedes parar.

Y corres, corres sin parar, lleno de pasión; aún con el corazón destrozado, sobre todo por lo que dejas atrás, más un nuevo amanecer calienta tu alma.

Lagrimas de sangre brotan de la llagas de tu corazón. Intentas explicar sin exito, nadie entiende, todo es rencor. Se engañan todo iba bien, teniamos padre, pareja y ahora no tenemos nada.

Pero tu sientes amor, por primera vez empiezas a quererte. Aunque sufres por ellas, el rencor también brota en tu corazón, por lo que podría haber sido y no fue, porque no entiendan que su padre las siga queriendo igual.

En un mar de confusión tu corazón parece un debil barquito a punto de zozobrar ante el temporal. Solo mantener el rumbo hacia el amor te permite no naufragar ante la confusión.

Miras a tu alrededor, nadie entiende todos juzgan, dictando sentencia; no dudan en lanzar la primera piedra aunque su corazón este más negro que el tuyo.

Pensamientos negativos que se transforman en negatividad que llueve sobre ti. No saben que llueve sobre mojado, acostumbrado como estás a infinidad de tormentas, volveré a secarme, a extender mis alas y a llenar de amor mi corazón.

A Ernest Shackleton uno de los heroes de mi imaginario.

Gracias Elena por inspirarme esta entrada.