El muro lo construimos a lo largo de nuestra vida, con buenos cimientos durante nuestra infancia, según nuestros planos de construcción kármicos.
Hasta que un día nos damos cuenta de que ya no podemos poner ni u...n ladrillo más en ese muro de las lamentaciones. Y nos toca deconstruir lo hecho y la vida es nuestra guía.
Evidentemente con la ayuda de una buena terapia y práctica espiritual, es decir de terapeutas serios y maestros podemos hacerlo con menor esfuerzo y sacrificio. Pero lo tenemos que hacer nosotros, ellos solo pueden darnos las herramientas.
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