Meditar es no estar en nada y a la vez estar en todo; dejar pasar pensamientos, emociones, sensaciones sin apegarse a ninguna pero siendo consciente de cada una de ellas, sin lucha, sin dejadez. Un estado de percepción alerta, de gran sensibilidad y extrema atención, que por desgracia es difícil de encontrar, aunque esté presente en todo ser humano. Es un estado similar al del gato que parece que no mira nada pero sin embargo está alerta a todo.
Si alguna vez puedes experimentar ese estado, entenderás que toda la vida es una meditación y que meditar es la única forma de vivir realmente la vida. Y sentirás el amor en ti, que no tiene nada que ver con la pasión y el enamoramiento, y que como dicen los taoistas es esa fuerza inconmensurable que da vida y entretiene al universo.
Más si alguna vez experimentas ese estado no te aferres a él ni intentes repetirlo, se te escurrirá como el agua entre los dedos y caerás en la frustración... por experiencia propia. Solo recuerda que es el estado natural de la mente, nada más.