La historia que os voy a relatar ocurrió hace ya más de
un año; en mi blog incluyo otras historias bastante fantásticas y difíciles de
creer pero esta tiene unas implicaciones morales y espirituales que, en su
momento, me hicieron desistir de compartirla con los demás.
Espero que se me entienda, no se malinterprete y no se
llegue a conclusiones simplistas.
Una persona con la que tenía bastante relación me comentó
muy angustiada que una amiga de su sobrina había muerto en un accidente de moto
y ella que tenía capacidades psíquicas pensaba que la chica estaría perdida y
confusa y me rogó que yo la ayudará a ir a la luz para que descansara.
En principio me negué pues no puedo estar mandando a la
luz a todos los espíritus perdidos del planeta, son millones, además de que
buscar en la oscuridad a alguien perdido supone un gasto de energía importante.
Esa persona me insistió, la chica era adolescente, en pleno inicio de su vida y
al final por no desagradarla y por pena accedí. Después me arrepentiría de no
haber sido más firme.
Por la foto de la chica ya veía que estaba a bastante
densidad de oscuridad, es decir a un nivel profundo, pero como por aquel
entonces solía bucear en la oscuridad para perseguir grandes oscuros y algunos
demonios implicados en trabajos de magia negra, pues no le di importancia.
Después me daría cuenta de que si la tenía.
Al bajar a las profundidades de la oscuridad, al lugar
donde estaba esa chica, vi que estaba con muchos como ella, no había estado
nunca antes en un lugar como ese; ante mí un mar de almas oscuras agitaban sus
brazos al unísono. Algo no iba bien, no debía estar en ese lugar. Extraje a la
chica del magma oscuro donde moraba, neutralizando su resistencia; e
inmediatamente ascendí lo más rápido posible de ese lugar para intentar
minimizar la contaminación de mi energía.
Creí que había culminado otro rescate en la oscuridad y
llevaba a una nueva alma a la luz, aún a pesar suya. Al llegar a mi destino el
guía que me recibió se negó a dejarme pasar y me hizo entender que aquel no era
lugar para ella. Desconcertado no entendía, que hacía ahora con la chica; como
soy bastante tozudo insistí que ya que la había traído la iba a dejar allí y
que si no les gustaba que se aguantaran al igual que yo tenía que aguantarme
con cosas de ellos que no me agradaban (qué paciencia tienen que tener
conmigo).
La tomaron pero me dijeron que la devolverían a su lugar
pues ella no podía estar en la luz, les dije que ese no era mi problema que
allá ellos, que yo había cumplido con mi deber. Me miraron como se mira a un
niño que no entiende y se retiraron hacia la luz con la chica encadenada.
En ese momento me mostraron algo para que entendiera, atónito
no podía dar crédito a lo que presenciaba, había dos corrientes de almas para
encarnarse en la tierra, una, la más numerosa, procedía de la luz, otra, menor,
procedía de la oscuridad. Dependiendo del nivel de vibración del planeta se
encarnan almas de luz o de oscuridad en una proporción determinada, y aunque
era menor la cantidad de almas oscuras, si era relevante. Entendí que conforme
aumenta la vibración del planeta se va reduciendo el número de almas oscuras
hasta desaparecer pero también que venimos de un mundo donde la proporción de
almas oscuras era mayor que la de almas luminosas. A su vez la frontera entre
unas y otras es difusa; las almas pueden fluctuar entre la luz y la oscuridad y
además de, como ya sabía si un alma de luz puede caer en la oscuridad no sólo
temporalmente si no para siempre, también un alma oscura puede abrazar la luz.
Es una explicación de tanto dolor en el mundo, tanta
violencia, brutalidad y egoísmo. Somos seres ignorantes que no podemos entender
el verdadero funcionamiento del universo y creemos saberlo todo sobre la vida.