La princesa de fresa caminaba por un camino de pétalos de rosa,
con sus hermosos piececitos levantaba los pétalos al caminar,
trás ella, una cada vez más abundante piara de cerdos,
con sus hermosos piececitos levantaba los pétalos al caminar,
trás ella, una cada vez más abundante piara de cerdos,
se alimentaba de los pétalos que ella producía alegremente.
En el camino carteles advertían sobre la importancia de no alimentar a los cerdos con rosas,
más la princesa, que en busca de su verdad, sólo tenía ojos para su camino de rosas,
prefería no prestar atención al hedor que llegaba de su espalda.
En el camino carteles advertían sobre la importancia de no alimentar a los cerdos con rosas,
más la princesa, que en busca de su verdad, sólo tenía ojos para su camino de rosas,
prefería no prestar atención al hedor que llegaba de su espalda.
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