Eres una muñeca de cristal rota en mil pedazos y vueltos a
pegar.
Mil veces rota y mil veces rehecha, nadie te conoce ya.
Tus lágrimas unieron los trozos dispersos de tu corazón,
goma flexible de tus ojos brillantes.
Muñeca de cristal, te acercas y huyes como si te fueras a
quemar.
Eres una muñeca de cristal rota en mil pedazos y vueltos a
pegar,
pero tus aristas duelen como las de los demás.
Sueñas romances de porcelana en un mundo de suavidad,
pero una muñeca áspera eres de tanto pegar,
tus trozos dispersos que ya no recuerdan su lugar.
Muñeca de cristal rota en mil pedazos,
¿De verdad te quedan ganas de volverte a pegar?
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