El verano nunca ha sido mala época para mí, suele ser un tiempo donde se asienta la revolución de la primavera, para mí es como un zarpullido que me hace estar en evolución; según una amiga astróloga, es que Jupiter pasa en primavera por mi signo (Sagitario), y es el planeta que me rije o algo así. Lo malo es que por aquí en el sur la primavera empieza a mediados de febrero, así que la revolución suele ser larga e intensa, y estos últimos años cada vez mas intensas.
Después llega el otoño donde se produce una criba y transformación de esos impulsos, algunos alocados, para por fin llegar a un invierno de estabilidad, suave como suele ser por aquí abajo.
No se por que escribo esto...será el calor.