Luchar es el mejor camino para la derrota de ti mismo, deja que tus pasiones, tus deseos, tus miedos afloren a la luz del día y veras como se disuelven, al igual que los rayos del sol disuelven la bruma del amanecer.
jueves, 31 de julio de 2014
Te crees libre...
Te crees libre pero estas dominado por tus
condicionantes inconscientes, que son los que realmente toman las
decisiones por ti. Cuanto más conscientes te hagas de ellos más cerca
estarás de la libertad, cuando eres consciente de tus condicionantes
inconscientes estos pierden fuerza hasta disolverse, pero si luchas
contra ellos, si no los aceptas, se desata una tenaz oposición de la que
siempre salen victoriosas tus pulsiones inconscientes.
Luchar es el mejor camino para la derrota de ti mismo, deja que tus pasiones, tus deseos, tus miedos afloren a la luz del día y veras como se disuelven, al igual que los rayos del sol disuelven la bruma del amanecer.
Luchar es el mejor camino para la derrota de ti mismo, deja que tus pasiones, tus deseos, tus miedos afloren a la luz del día y veras como se disuelven, al igual que los rayos del sol disuelven la bruma del amanecer.
lunes, 14 de julio de 2014
La Libertad. Relato
Observa la sala a su alrededor, la luz de las velas
ilumina tenuemente los contornos de los practicantes que meditan sentados.
Algunos se balancean, otros permanecen firmes como el tronco de un árbol. Todos
en silencio, por lo menos hacia afuera, porque hacia adentro inagotables corrientes
de pensamientos inundan sus mentes. La suya también, lo único que es capaz de
observar esa corriente como la de un arroyo sin mojarse las manos en ella.
Quizás deba hablar, pronunciar alguna enseñanza, todos la
esperan, aunque no la pidan con sus bocas la piden con sus cuerpos, de una
manera muy sutil que es capaz de captar. Desean que el maestro hable para
descansar de la pelea de cada uno consigo mismo, para distraerse la mayoría,
aunque algunos escucharan y su palabra quedará como una semilla en su interior,
presta a germinar bajo el calor de la luz de la conciencia.
Es libre de hablar, no se siente obligado por las
circunstancias ni porque crea que lo que va a decir es lo más importante del
mundo; simplemente siente una necesidad de compartir algo.
─La libertad… todos la buscamos… todos creemos saber lo
que es… pero todos nos engañamos.
»Decidimos que comemos, que ropa nos ponemos, a quien
hablamos, que trabajo queremos desempeñar, eso claro está los que puedan
escoger… en definitiva creemos que la libertad es tomar decisiones conforme a
nuestra manera de pensar, a nuestras creencias.
»Creemos que somos libres porque decidimos, porque
vivimos en democracia y se nos consulta, pero todas nuestras decisiones, todas
nuestras actuaciones nacen en nuestra mente, de su infinita base de datos que de
la memoria, de su aprendizaje a base de prueba y error y de nuestros
condicionantes inconscientes… Y eso no tiene nada que ver con la libertad.
»La única libertad posible es la libertad con respecto a
nosotros mismos… por eso estamos aquí en zazen, meditando sentados en la
postura del despertar, para conocernos a nosotros mismos y hacernos íntimos con
nosotros mismos… en ese momento podremos olvidarnos de nosotros mismos y
saborear la miel de la verdadera libertad…
Extraido de mi libro de relatos "Macedonia no es un país."
lunes, 7 de julio de 2014
El error de perdonar
El perdón está de moda, es la nueva panacea que resolverá
nuestros males, diversos métodos no entrenan en su uso para descanso de nuestra
alma. El perdón es una decisión que tomamos ante las supuestas afrentas
recibidas, es fruto de nuestra voluntad consciente, además desde pequeños se
nos adoctrino en que perdonaran nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a
los que nos ofenden. Nada que objetar respecto a nuestro sustrato cultural,
ni con nuestro inconsciente colectivo.
Todos contentos, aprendemos a perdonar y damos cumplimiento a nuestros impulsos
inconscientes. Estamos liberados de la esclavitud del odio y nos aproximamos al
amor puro, incondicional.
Pero ese supuesto amor siempre se vuelve a alejar, detrás
de esa voluntad consciente de perdonar, hay otra voluntad que no conoce el
perdón pues no concibe su existencia, que no entiende de ofensas pues todo
tiene un sentido, que no cree que pueda comprender las motivaciones de los demás
pues no juzga nada. Es una voluntad ajena al egoísmo de creer que por empatía,
por comprensión, podemos liberar al otro de la carga de su responsabilidad
sobre el daño causado, que se aleja de la autojustificación complaciente de que
pude hacer daño a otros fruto de mis limitaciones y de mis patrones traumáticos
de mi personalidad. Nuevos dioses por encima del bien y el mal creen entender
las motivaciones del comportamiento humano, siguiendo el hilo de Ariadna de las
motivaciones inconscientes para perderse en su propio laberinto.
Es una voluntad que podemos observar en los niños de
meses, una voluntad que sólo busca conocer, amar y sentir placer, que no busca
comprender las motivaciones de su actos ni las de los actos de los demás, que
tan sólo se esfuerza en una tarea titánica por vivir y experimentar; sin
lenguaje sin ego, su voluntad no divaga entre los eternos vericuetos de la
mente, sino a través de la simpleza del ahora; pequeñas antorchas de luz que
intentan alumbrar nuestro camino.
Creo que alguien, una vez, antes de morir dijo: “Padre perdónalos
porque no saben lo que hacen”, no dijo os perdono porque no sabéis lo que
hacéis. El yo nunca puede perdonar, nunca puede comprender, siempre hace que se
marchite la compasión, pero tras la infinita miríada de pensamientos hay una
flor, que cuando florece el mundo se levanta, dejémosla florecer, sólo es
necesario un momento de atención, una leve intuición de observar lo realmente
existente.
miércoles, 2 de julio de 2014
Descanso
Durante estos últimos años he estado centrado muy
intensamente en el trabajo esotérico y espiritual, tanto propio como hacia los
demás; han sido 4 años muy intensos donde he aprendido muchas cosas, tenido
experiencias inolvidables y conocido muchas de mis facetas personales ocultas o
que no me permitía aceptar.
Y la verdad es que mantener ese ritmo es agotador.
Recuerdo que hace 10 años para mí no existía la espiritualidad ni el
esoterismo, era algo que no me ocupaba en absoluto, me consideraba materialista
y como tal actuaba; evidentemente tenía un anhelo de un mundo mejor y más justo
pero entendía que no existía nada más allá de nuestra fisiología y de nuestros
procesos mentales, negando la posibilidad de cualquier transcendencia.
Después la vida me demostró lo contrario y poco a poco
fui cayendo en una espiral de profundización en temas espirituales y
esotéricos, con mi natural ingenuidad pretendí bucear en lugares poco
recomendables y luchar con personas y seres para llevar la luz a tantos
rincones que la necesitan, o eso creía; además quise divulgar mis experiencias,
lo que aprendía para que otros pudieran beneficiarse de esos conocimientos. Una
lucha titánica cobraba fuerza en mí, creyéndome en la necesidad de enseñar y
ayudar a otros y en centrar mi vida en esos menesteres. Yo soy como soy y lo
que yo piense que deba hacer al final no deja de ser irrelevante. Sólo tengo
que actuar y ser como soy, sin desear adoptar roles que no me corresponden.
Aunque no renuncio a nada, voy a dejar de luchar conmigo
mismo, no quiero ser maestro, no quiero ayudar a nadie, no soy quien para creer
que puedo hacerlo. No más esoterismo, no más querer enseñar, no más querer ser
alguien que no soy. Hay mucho escrito en mi blog y en mi libro “En La LagunaEstigia. Guía para un médium del S. XXI” para que el que tenga interés y la
mente abierta se pueda ayudar a sí mismo.
No estoy para llenar de luz el mundo, eso es solo
soberbia, el mundo debe llenarse de luz por sí mismo y yo estoy aprendiendo
humildad… y paciencia.
Se ha cerrado un ciclo. He vivido muchos años de mi vida
sin que existiera la espiritualidad y el esoterismo y puedo vivir de nuevo sin
que ellas centren toda mi existencia, aunque no puedo negar que es casi
imposible que desaparezcan del todo.
Para mí lo vivido ha sido muy enriquecedor a nivel
personal, la persona que hace 10 años se arrastraba por su existencia ha
quedado muy lejos; la vida y los demás me han dado mucho y yo a ellos también.
No reniego de mi camino ni de las personas que me han acompañado, sé que todo
ha sido para bien, pero ahora otro rumbo guiará mi nave. ¿Hacia dónde? Sólo el
tiempo lo dirá.
No dejaré de escribir mis reflexiones, mis ideas, etc.
pero la divulgación y el consejo no estarán entre mis prioridades por lo menos
de la forma que lo he hecho hasta ahora. Si tengo que asesorar a alguien será
de otra manera y desde otra perspectiva, el mundo de los espíritus se acabó
para mí.
El mundo de la dualidad es una mazmorra de la que no
tiene sentido querer escapar. Nada tiene sentido, el único sentido de la vida
es vivirla.
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