Casi todos hemos sentido esa frase, aunque no la hayamos
verbalizado, en algún momento de nuestra relación de pareja y hemos creído que
se trataba de una muestra de nuestro amor hacia la otra persona, cuando en
realidad solo se trata de la manifestación de un deseo egoísta, de una natural
emoción egoísta de miedo a perder algo que creemos, erróneamente, que puede
pertenecernos. Creemos que enamorarnos es necesitar al otro, que esté a nuestro
lado, que querer es amar.
En una relación en paralelo al temor de la perdida y la
necesidad de la otra persona se produce la pérdida del amor, conforme se
marchita el amor bajo el secano del apego más necesitamos que la ilusión creada
en nuestra mente sobre qué papel debe desempeñar el otro en nuestra vida se
convierta en real.
Nada más alejado de la realidad, querremos que el ser
querido actué conforme a nuestra idea mental aumentando nuestra presión sobre
su libertad y su capacidad de amar. El miedo y la ideación mental sustituirán el
sentimiento de cariño, solidaridad y compañerismo por la obligación y el deber.
Quizás la luz de nuestra conciencia pueda regar de nuevo
la flor del amor alejando la sequía de la dependencia, pero es posible que nos
sintamos más cómodos queriendo que amando, creyendo que nuestra idea de la
relación es la correcta y si el otro no se atiene a ese patrón es que realmente
no nos quiere, que moriremos de desolación si falta de nuestro lado y que en
realidad él es el aire que respiramos.
Todo esto es extensible a nuestras relaciones familiares
y amistades.
Es la primera vez, en todo este tiempo, que tengo miedo
de perderte; y ese miedo es mío, es la oscuridad de mi inconsciente brotando en
mi interior, con ella podré abonar mi amor o marchitarlo. Tras un tiempo de
descanso en la bucólica cala de tus brazos, acunado por la calma chicha de tus
ojos, avecino la llegada de la tormenta, sus hermosos tonos oscuros reverberan
en el horizonte sobre un mar plateado, presto a navegar de nuevo, soplaré las
velas con el viento del amor.
"Crees que buscas el amor,
cuando lo que persigues es colmar tus carencias afectivas.
Querer sin fín que nunca podrá satisfacer tu anhelo.
Tu gozo está en tí,
siente tu amor.
Amar es vivir.
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