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Copyright Francisco José Del Río Sánchez 2008

miércoles, 12 de febrero de 2014

Pajas mentales



A menudo me preguntáis por libros para leer sobre temas espirituales y esotéricos, aunque en mi libro “En la Laguna Estigia. Guía paraun médium del S. XXI” incluyo una extensa bibliografía que ha influido en mi evolución personal y espiritual, me gustaría destacar un libro que en su momento supuso un cambio radical en mi vida pues me convenció de la necesidad de contemplar mediante la práctica de la meditación zen. Este libro de título peculiar “Cómo dejar de hacernos pajas mentales y disfrutar de la vida” explica como todo pensamiento que no lleva aparejado una acción es un desperdicio, es decir, coloquialmente, una paja mental que nos aleja de la verdadera realidad. Lo leí hace casi 10 años y todavía estoy intentando llevarlo a la práctica, la receta que ofrece el libro es sencilla, contemplar durante media hora todos los días. Aunque habla de zen no recomienda expresamente la contemplación zen. Como yo la tenía a mano y lo de contemplar sin hacer nada mas no lo tenía muy claro me decidí por practicarla. Sentarse en una habitación o en la calle, observando lo que nos rodea a la vez que dejamos pasar nuestros pensamientos sin aferrarnos a ellos es fácil, la dificultad la ponemos nosotros.
Más adelante supe de los estudios de los neurofisiólogos sobre el funcionamiento del cerebro al que asemejaban con un músculo, al igual que si ejercitamos los músculos para una determinada actividad nos resulta más fácil realizarla, si ejercitamos el cerebro para una actividad concreta también nos resultará más fácil, es algo lógico que cualquier estudiante o trabajador especializado puede corroborar. Pero el asunto es más complicado, pues a diferencia de las fibras musculares las neuronas parecen tener cierta voluntad propia y cuando se acostumbran a trabajar de una manera siempre quieren trabajar de la misma independientemente de nuestra voluntad, por eso cuando comprendemos algo sobre nuestros comportamientos a pesar de entenderlo y aceptarlo seguimos repitiéndolo. Eso quiere decir que conforme nuestro cerebro fue enseñado durante nuestra niñez a funcionar así querrá seguir funcionando el resto de nuestra vida, a no ser que le enseñemos nosotros que las cosas se pueden hacer de otra manera, pero ya se sabe la mula siempre quiere ir por el mismo camino. De resultas que si nuestro padres a causa de sus problemas personales no enseñaron de pequeños a sufrir y nuestra vida fue un continuo sufrimiento, nuestras neuronas buscaran una y otra vez patrones de conductas y actitudes que nos mantengan enganchados al sufrimiento que es la forma de trabajar a la que están acostumbrados, sería una adicción a emociones tóxicas. Por ese mismo motivo hay personas que siempre están contentas y tienen una actitud optimista ante la vida, si el ambiente familiar fue de optimismo y alegría sus neuronas se empeñaran en mantenerlo.
Esa predeterminación del funcionamiento cerebral se puede superar, por ejemplo hay gente que sufre un shock en su vida y cambia de golpe, es como si se produjera un reseteo de la mente que permite pensar de otra manera. Hace milenios que los místicos nos hablan de la necesidad de transcender nuestra mente mediante la vía contemplativa para encontrar nuestra auténtica naturaleza tras esa nube que cubre nuestra conciencia.
















domingo, 9 de febrero de 2014

Las Magas

Alejandro jodorowsky tiene un excelente libro, "El maestro y las magas", donde recoge sus experiencias con un maestro zen y con varias mujeres que fueron también maestras para él; lo traigo a colación por el erroneo uso que hacemos del termino bruja/o para referirnos a personas con capacidades psíquicas cuando deberíamos usar maga/o. Según el diccionario de la RAE bruja/o es una persona que tiene poderes por medio de un pacto con el diablo y maga/o es alguien que práctica la magia referiendose al arte de obtener resultados contrarios a las leyes naturales. Adivinar cosas de otras personas, ver una realidad más amplia de la aceptada, comunicarse con sus guías, sentir su luz, sanar a otras personas usando la energía del cielo son prácticas que entran en esa definición de maga/o. Pero la distinción fundamental es usar nuestras capacidades para nuestro único interés egoista y servir así a la oscuridad, y ahi incluyo a los vampiros de energía, esas son autenticas BRUJAS y otra cosa muy diferente es usar nuestros poderes para ayudarnos a nosotros mismos y a los demás, comunmente conocido como magia blanca, sirviendo a la luz en ese caso estamos hablando de autéticas MAGAS.
Resumiendo bruja es aquella que práctica la magia negra, el camino de la oscuridad y maga la que práctica la magia blanca, el camino de la luz... Así que vamos a modificar nuestras concepciones y en lugar de llamarnos brujas llamemonos MAGAS y juntemonos con verdaderas magas pues de las brujas nada positivo sacaremos nosotros ni la humanidad...
Y que no se nos olvide que la luz no es la puerta de la oscuridad




















domingo, 2 de febrero de 2014

Maldad

En la vida en muchas situaciones nos encontramos con personas que actuan con maldad, que tienen el corazón negro y usan todos los medios para obtener sus fines o deseos, ya sea el engaño, la violencia verbal o la agresión física. Nos solemos sentir desarmados ante ellos y tenemos la tendencia por la energía en la que nos movemos a intentar devolver los golpes sino con la misma intensidad por lo menos que haga daño. Si no tenemos el corazón negro es un error, si nos gustaria que nuestra vida estuviera llena de amor y bondad, no sirve de nada usar malas artes, nunca estaremos a su altura y siempre terminaremos perdiendo en ese combate. la Luz es más fuerte que la oscuridad, la bondad más gratificante que la maldad, pero no podemos jugar en la misma cancha, en el mismo terreno. Al igual que contra los espíritus oscuros no podemos vencerlos en la oscuridad y tenemos que conectarnos a la luz para librarnos de ellos, en la vida diaria a las personas maliciosas no podemos vencerlas en la brega diaria de empujones, quitate que voy yo primero, esto lo defiendo con la fuerza, etc. Tenemos que abandonar los espacios de agresión, de dolor y crear las condiciones para que la maldad no llame a nuestra puerta y tomar precauciones, si vamos de inocentes por la vida no estamos eximidos de responsabilidad en el daño que nos hacen otros, pues nos hemos negado a aceptar la realidad que nos rodeaba. Atención y actitud positiva hacía nuestro entorno con la debida precaución.












jueves, 30 de enero de 2014

Amor y sexo



El sexo es la expresión física del amor, si bien no están indisolublemente unidos, es evidente que hay sexo sin amor pero ¿puede haber amor sin sexo?, la historia parece decir que sí, pero no sería más bien una manifestación de la neurosis colectiva de la sociedad en una época histórica concreta.
¿Qué es el amor? o más bien ¿realmente en algún momento de nuestra vida experimentamos eso que llamamos amor? Todos creemos que cuando nos enamoramos vibramos de amor, que cuando miramos a nuestros hijos nos llenamos de amor, pero no sería el amor una entrega sin esperar nada a cambio alejado de toda forma de sufrimiento o dolor. Y en nuestro amor de pareja y en nuestro amor a padres o hijos siempre hay dolor.
En nuestras relaciones de pareja y familiares la posesión, la dependencia, la carencia emotiva pesan más en la balanza de la relación que ese amor desinteresado y enriquecedor; si a eso unimos las expectativas creadas sobre lo que vamos a obtener de la otra persona nos encontramos con una frustración asegurada pues sólo nosotros mismos podemos cumplir nuestras expectativas. Cargar a nuestra pareja con la obligación de responder a nuestras ideas sobre ella, de satisfacer nuestros deseos y colmar nuestras carencias es un camino directo a la decepción.
La sexualidad es problemática tanto fuera como dentro de la relación de pareja, nuestra educación y moral judeocristiana junto a la nefasta influencia del romanticismo del S XIX nos ha prefijado unas creencias en un amor de pareja majestuoso de fidelidad exclusiva y negacionista a cualquier posibilidad amor o relación sexual que no sea con la persona amada.
Casi todos aceptamos está idea y de hecho creemos que es legítima y verdadera pero ninguno nos atrevemos a sostenerla con una evidencia empírica de si esa idea nos ha hecho más felices, a nosotros o a los que nos rodean, en nuestra vida o no.
A lo largo de la historia de la humanidad nos hemos encontrado sociedades polígamas, la mayoría de un solo hombre, o monógamas; en general el patriarcado era la cultura dominante y aunque la relación fuera monógama no estaba mal visto que el hombre tuviera amantes. La posición de la mujer en todo caso es de subordinado a los deseos del hombre, algunos argumentaran que el hombre es polígamo por naturaleza como la mayoría de grandes simios; pero también es verdad que lo que nos distingue de los animales es la conciencia y la capacidad de transcendencia, por lo cual transcender nuestros instintos animales parece del todo razonable para considerarnos seres humanos.
Nuestra retrograda moral judeocristiana con su enfermiza represión de la sexualidad y del cuerpo en general nos ha llevado, en un movimiento de compensación, en la actualidad a una sobredimensionamiento de la sexualidad y de nuestras necesidades sexuales. Todo está impregnado de sexualidad y de estimulación de los sentidos en búsqueda del máximo placer posible con el menor compromiso exigido.
En esta situación de partida se hace difícil hablar del amor de pareja, de si se puede amar a más de una persona y de si conceptos como la fidelidad son esenciales al amor o impuestos por la moral imperante. Todos amamos la pasión del enamoramiento, valga la redundancia, ese estado en que las pajaritas vuelan por nuestro estómago y los vientos nos traen el aroma de la persona amada, pero eso es enamoramiento, no amor, es pasión, por cierto maravillosa, pero como no es amor se agota con el tiempo. El amor nace de otro lugar, de otra sensación, no es algo que nos turba los sentidos ni nos acelera el corazón, todo lo contrario, es algo que nos calma, nos serena y nos hace distanciarnos de nosotros mismos y de nuestras creencias sobre lo que debe de ser.
Uno de los pilares fundamentales de una pareja suele ser la fidelidad y uno de los ingredientes imprescindibles del coctel matrimonial los celos. La fidelidad y los celos surgen de la falta de autoestima y del deseo de posesión de nuestra pareja; la fidelidad es una emoción originada en nuestro inconsciente fruto del miedo y de la carencia afectiva, como tal no puede razonarse con ella, es algo que se siente y se satisface realmente o siempre será fuente de sufrimiento para la persona, el problema es que la mayoría de las veces no puede ser satisfecha por la otra persona, no porque cometa infidelidades sino porque la demanda es insaciable. Sin superar el origen de esa exigencia de fidelidad, es decir los problemas de autoestima y de posesión, la persona siempre sufrirá por celos y por la necesaria fidelidad, por lo menos para ella. Sin esas pulsiones inconscientes las posibles relaciones sexuales fuera de la pareja serían vistas con mayor normalidad.
¿Pero realmente necesitamos sexo fuera de nuestra pareja? Si nuestras relaciones sexuales son satisfactorias, placenteras y enriquecedoras ¿qué necesidad habría de buscar otras diferentes? La base de una relación es el respeto, debemos aprender a respetar al otro, sus necesidades y las propias, distinguiendo los simples instintos animales de reproducción, del encuentro con otra persona cuya energía a través del intercambio sexual pueda enriquecernos a ambos e incluso de la posibilidad de amar a más de una persona, aunque sólo se tenga una pareja. Pero para llegar a eso antes tendríamos que poder experimentar el amor no egoísta ni condicionado por nuestros patrones mentales, un amor que no conozca el miedo ni el sufrimiento y sea capaz de abrir nuestro corazón y por qué no nuestro sexo a más de una persona a la vez sin distinción de sexo.
Entre los hombres es muy dado exigir libertad de encamamiento, que a su vez lo único que esconde es una enorme carencia afectiva en busca de la madre idealizada; además de estar fomentado por el deseo animal reproductivo de cubrir al mayor número de hembras posibles.
En una pareja bien avenida, con plena satisfacción de las necesidades sexuales el que surja el interés sexual o el amor por otra persona sólo puede comprenderse fruto de nuestra necesidad de evolución espiritual y de desarrollo pleno como personas.















miércoles, 29 de enero de 2014

Versos de penumbra VII: Anoche

"Anoche el cielo estuvo llorando,
sus lágrimas corrían por plazas y calles,
buscando en vano.
Anoche estuviste llorando,
tus lágrimas lloraban por no poder,
hallarme a tu lado.
Anoche estuve llorando,
mis ansias hurgaban sin encontrar el querer,
que me habías dado.
Anoche el amor voló de nuestro lado,
para posarse en un árbol cercano,
¿volverá al cabo?"
 

jueves, 23 de enero de 2014

Protección en internet



Los espíritus son energía, nosotros somos energía; a través del teléfono, de internet, de una foto, una película, etc. un espíritu puede transmitirse de una persona a otra, se nos puede pegar el espíritu oscuro de otra persona, así como sus emociones negativas o robarnos nuestra energía. Es así porque todo es energía y hay múltiples formas de que se transmita, la realidad es más amplia que nuestras dimensiones mentales espacio temporales, puedo mirar una foto de hace 40 años y que se me pegue el espíritu que parasitaba a la persona que aparecía en la foto o por otro lado liberar a alguien que al morir en una vida pasada estaba atrapada por un ser oscuro.
Para cuando hablamos por internet con otras personas hay una protección muy sencilla que consiste en visualizar un espejo delante de la pantalla del ordenador que nos tape y pedir al cielo que cualquier persona o espíritu que quiera acceder a nosotros se vea reflejada a sí misma y no pueda hacerlo. Eso os evitará contaminaciones de energía negativa innecesarias y que puedan ver de vosotras más de lo necesario.









sábado, 18 de enero de 2014

El jaguar

Esta tarde mientras meditaba, mejor dicho mientras intentaba contemplar sin mucho exito, tuve una experiencia que me gustaría compartir: Me vi convertido en un jaguar, me subía a una roca que sobresalía de los arboles y contemplaba una extensa selva virgen, enseñaba los dientes y me sentía el dueño de la misma... A continuación me introducía en la profundidad de la espesura y me movía de forma sigilosa sin llamar la atención, en todo momento me mantenía en silencio y mimetizado con mi entorno... En ese momento comprendí que el jaguar era dueño de la selva pero no hacía ostentación de ese hecho... Un buen mensaje de mi inconsciente recordandome la necesidad de ser humilde...