Hace unos días Carolina me dijo que lo estaba pasando realmente mal por que un espíritu oscuro la había agarrado por el cuello y no podía zafarse de él. Era el más fuerte de los que ha enfrentado hasta ahora y además de hacerle daño a ella, no paraba de molestar a sus hijos.
Cuando fui a verla, aunque tarde en darme cuenta de la gravedad del tema, improvisamos una sanación para ese espíritu, con las manos unidas me puse en intención de darle fuerzas y prestarle mi luz para que pudiera vencer al oscuro que la tenía sojuzgada. Por suerte no estamos solos y mientras ella luchaba, sintiendo dolores físicos, con el espíritu, yo recibía indicaciones que le iba transmitiendo para poder derrotarlo. Después de obligarlo a que recibiera toda nuestra luz, por fin entro en razón y se marcho hacía la luz.
En ese momento, antes de salir del trance, le dije a Carolina que preguntará cuales eran los motivos de la venida de ese oscuro y que mensaje nos estaba transmitiendo.
Se nos dijo que vendrían otros iguales o más fuertes que este y Carolina necesitaría también la ayuda de otra persona para sanarlo, a su vez, teníamos que comenzar el trabajo en grupo con los espíritus oscuros.
Pero para todo eso necesitamos la ayuda de más personas…