o directamente no puedo tenerlos. Es un
"problema" que sufren algunas mujeres y que puede estar motivado por
diferentes factores, uno, evidente, es la impericia, poca habilidad o desinterés
por parte de nuestra pareja; otros, más sutiles, pueden ir desde un origen
físico a emocional, siendo frecuente la mezcla de ambos.
La falta de orgasmo durante el acto sexual o la excesiva
tardanza para llegar al mismo pueden convertir nuestras relaciones sexuales en
tediosas y frustrantes, llegando a aborrecerlas al sentirnos usadas por el
otro. La sexualidad y su libre y placentero disfrute es una de las facetas de
nuestro desarrollo personal y espiritual, la energía sexual es la misma que la
espiritual y creativa, o más bien son expresiones diferentes de una misma energía,
el bloqueo o la represión de alguna de ellas, supone la represión de nuestra
personalidad y de nuestra naturaleza divina, negándonos la posibilidad de
experimentar el auténtico amor a nosotros mismos y al prójimo.
Pero vamos a la dificultad en sí; podemos decir que hay dos
tipos de orgasmos, el clitoriano y el vaginal, se puede añadir el anal y otros,
pero centrémonos en los más comunes. Normalmente cuando el origen de la
dificultad para llegar al orgasmo es físico se debe a un clítoris pequeño y/o
alejado de la vagina, esto implica que sea más difícil llegar al orgasmo
durante la penetración y que exija mayor habilidad y conocimiento de la pareja
en el sexo oral o manual. Lo “normal” es que con tiempo y dedicación podamos
tener orgasmos clitorianos por estimulación propia o ajena: masturbación, sexo
oral, uso de juguetes sexuales, etc. En caso contrario un bloqueo inconsciente
nos está impidiendo acceder a esa posibilidad tan gratificante y enriquecedora.
Como en el caso de la impotencia masculina será necesaria la intervención de un
terapeuta competente sobre el tema.
Durante la penetración podemos experimentar dos tipos de
orgasmo, clitoriano o vaginal. Como comentaba antes si el clítoris es pequeño y
se encuentra separado de la vagina será difícil experimentar un orgasmo
clitoriano, en ese caso ayudarse de la estimulación manual del clítoris, propia
o por la pareja ayudará a sentir un orgasmo clitoriano acompañado de la
penetración. Y nos predispondrá para experimentar un orgasmo vaginal. El orgasmo
vaginal es el fruto de la estimulación de la vagina durante la penetración,
motivos para su ausencia son: falta de estímulos previos, es decir reducir el
acto sexual exclusivamente a la penetración, los juegos previos, las caricias y
otras formas de estimulación sexual son importantes para levar la intensidad
del deseo y con ella la posibilidad de alcanzar la placentera liberación
orgásmica; reducido tiempo de penetración, por fisiología es más frecuente que
el hombre llegue al climax antes que la mujer, pero no somos animales, si
necesitamos más tiempo es importante compartir esta necesidad y aprender a
retrasar una pronta eyaculación, ello redundará en unas relaciones más plenas y
satisfactorias para ambos; sequedad vaginal o falta de lubricación, eso impedirá
disfrutar adecuadamente de la penetración llegando incluso a convertirla en
algo doloroso, con un gel lubricante se soluciona con facilidad; un bloqueo de
la energía sexual de origen emocional, si a pesar de unos preámbulos satisfactorios,
una aceptable técnica y descartando problemas de lubricación, seguimos teniendo
problemas para experimentar un orgasmo vaginal, será necesario buscar un terapeuta,
más porque esa problemática no se restringirá sólo a la dificultad de disfrutar
del orgasmo si no que se extenderá a otras facetas de nuestra personalidad.
Es natural que en nuestra sociedad tan represora en el
ámbito de la sexualidad tengamos dificultades con el disfrute de nuestro cuerpo
pero con intención y buena voluntad podemos superar esa situación, tan sólo en
caso de bloqueos importantes necesitaremos ayuda externa, como en todo el
sentido común es una de nuestras mejores ayuda. En el caso de disfrutar de
orgasmo clitorianos pero no de vaginales, recomiendo intentar que en cada acto
sexual se pueda disfrutar del mismo para ir poco a poco movilizando la energía
sexual predisponiéndonos a disfrutar cada vez más del acto sexual y de la
penetración.
Aclaro que tener un solo orgasmo frente a multiorgasmos, no
significa ninguna patología, sino que son fruto de fisiologías diferentes. Al
igual la estimulación del punto G
requiere de una técnica y unos conocimientos que no están al alcance de todos,
hay atletas tántricos que son capaces de estimular el punto g con el pene
durante la penetración, pero lo normal es su estimulación manual, este punto se
encuentra en la pared superior de la vagina, más o menos a la altura del
clítoris, y se identifica por un ligero abultamiento en la parte media de dicha
pared superior. Casi todas las mujeres sienten placer con su estimulación, la
técnica básica es dando golpecitos con la yema del dedo hacia arriba, pero no
todas llegan al orgasmo, este suele ser un orgasmo continuo mientras dura la
estimulación. El punto G es muy sensible en todos los aspectos, requiere de
mucho tacto, de una previa y adecuada excitación general y de una liberación de
la sexualidad importante. Es normal que, aunque se tengan orgasmos vaginales,
se encuentre latente y requiera de numerosos intentos previos antes de sentir
un orgasmo con él.
Los hombres también tienen punto G y se encuentra bajo la próstata,
se estimula presionando el perineo junto al ano o introduciendo un dedo en el
mismo y dando golpecitos hacia los genitales.
La eyaculación femenina, existe aunque no todas la experimentan
ni sea frecuente, se produce en un máximo de excitación y entrega en el acto
sexual.
Se pueden experimentar orgasmos con otras zonas del cuerpo,
como en la penetración anal o la estimulación de los pezones, pero requieren de
técnica, tacto y sensibilidad corporal.