"En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.
A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guiaba
más cierto que la luz de mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche que guiaste!
¡oh noche amable más que el alborada!
¡oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado."
La noche oscura recoge el éxtasis místico y nos intenta expresar con palabras, como nuestro abandono, conduce al amor total y a la unión con Dios. Aunque os parezca sorprendente fue el primer texto espiritual que leí, y aunque no entendía nada, no solo me pareció hermoso, y sentí que más allá de las bellas palabras, había un mensaje que puede iluminarnos.
Después en el zen, en el Hokyo Zan Mai, hay una estrofa que me recuerda algunas de la noche oscura, dice así:
el alba no es clara."
No hay comentarios:
Publicar un comentario