Nada más verlo, quiso asustarme adoptando la forma de un ser monstruoso con cuernos que bufaba. Lo ignore y se vio desarmado. Toda su vida había inspirado miedo a sus subordinados y a su familia. Uso el miedo para hacerse respetar y no conocía otro sentimiento. Había sido ampliamente laureado durante la 1ª Guerra Mundial. En su corazón imperaba el más absoluto desprecio hacia el mismo y sus semejantes. No podía perdonarse. No podía borrar de su memoria aquella reunión del Estado Mayor, donde se empeño en aquella operación, usar sus tropas de señuelo y atacar una posición inexpugnable para obligar al enemigo a desproteger un flanco más fácil de tomar. No podía olvidar la mirada de estupor del resto de generales ante lo suicida de su propuesta. Aquella tarde miles de cadáveres cubrirían la tierra de nadie para su mayor gloria.
No podía creer que pudiera tener una oportunidad de saldar sus deudas, ni que le ofrecieran encarnarse de nuevo para descubrir el amor. No pensaba que pudiera salir del infierno en el que el mismo se había metido…
Pero es posible retomar el camino porque todos somos seres de luz que merecemos experimentar el amor, que merecemos tener la oportunidad de crecer y pagar nuestras deudas…
Porque todos podemos flaquear en algún momento y dejarnos arrastrar por el mal…
Pero solo nosotros mismos nos condenamos eternamente, y siempre hay una oportunidad de arrepentirse y resarcir el daño causado por nuestra ignorancia…
No ha sido el primero de los seres del lado oscuro, comúnmente conocidos como demonios, y que a mí me gusta llamar horribles, que ha venido a hablar conmigo. Al principio venían a molestarme, a confundirme , a engañarme, a insultarme y reírse de mi; más tarde me di cuenta que querían hablar, que alguien los escuchara.
Y por último me di cuenta que igual que guiaba espíritus confusos que no habían realizado correctamente su tránsito después de la muerte física, también los horribles son espíritus confusos que creen que su maldad es tan grande que solo pueden ir al infierno, y se fabrican uno propio…
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