Experiencias

En la última clase de voz, en alegria, Amaya nos dio la oportunidad a los asistentes de trabajar en parejas la terapia de sonido entre nosotros, fue una gran experiencia. Por mi parte impulsado por mis miedos, pues no había tocado un cuenco en mi vida, me propuse como paciente en primer lugar, y me sorprendieron varias cosas, la primera fue sentirme partido a la altura del plexo solar y como de ahi hacia la parte inferior de mi cuerpo sentía calor y como del plexo solar hacía la parte superior sentía frio, y la otra fue sentir una quemazón intensa bajo el cuenco que me colocaron sobre mi plexo solar.

Despues le pregunte a Amaya, si el cuenco al vibrar se calentaba, y me comento que esa quemazón era mi fuego, que se originaba en mi plexo solar.

Cuando me toco hacer de terapeuta, tome una decisión que sería crucial para el buen desarrollo de mi función, me preguntaba que hacer y lo que se me vino fue cojer una manta naranja y anudandomela sobre los hombros me la puse como una capa, y al momento, en un acto de psicomagia, me vi convertido en un chaman, y ya no tuve que preocuparme de nada, me sorprendi a mi mismo cojiendo diferentes cuencos, cantando, solo me falto bailar alrededor del compañero y os aseguro que no me faltaron ganas. Y al compañero le gusto...

Quizas esto sea fluir, vivir el momento sin preocuparse de nada...