No se trata de conformismo, solo de actitud, las circunstancias a mi alrededor no ha cambiado mucho, solo veo las cosas más claras y lo que ha cambiado se ha producido por un cambio en mi actitud. De la desesperanza y la angustia, he pasado a la esperanza y la felicidad. De tener el pecho fisicamente hundido he pasado a sentir mi luz y una expansión de todo mi ser hacia el exterior. De necesitar a otras personas para vivir, he pasado a vivir por mi mismo.
Ha bastado con dejar de lado actitudes nocivas y comportamientos dañinos, gracias sobre todo al empuje de las personas de mi entorno, y dejar de buscar, al menos en parte.
Y todo está bien, porque el cielo siempre nos da lo que necesitamos y nos proporciona en el momento adecuado las pruebas que necesitamos para superarnos. Por eso siempre he considerado inutil pedir al cielo lo que nos da continuamente, solo pedimos desde el ego, que siempre quiere más, incluso crecimiento espiritual. Como decía Dokushô Villalba,cuidado con el ego que por querer quiere hasta conciencia. Y hay muchas personas que se creen muy elevadas espiritualmente y solo están engañadas por su ego, por su mente.
Un buen test para nuestro desarrollo espiritual es ver si nos guía el amor, la humildad y la compasión, y si las personas a nuestro alrededor son más felices y libres que antes. Todo lo demás es engañarnos aunque demos la vida por ellas.
Amor en vuestros actos.
1 comentario:
Un abrazo.
Verónica (dojo)
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