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Copyright Francisco José Del Río Sánchez 2008

jueves, 31 de julio de 2008

Las ondas

Nuestros recuerdos, nuestras experiencias...

Son como gotas que caen en al océano de nuestro ser...

Producen ondas que se expanden hasta el infinito...

Si la superficie del agua retoma la calma después caer una gota...

¿Porque nos empeñamos en seguir anclados en el pasado?...

Acaso se puede congelar una onda sobre la superficie del agua...

lunes, 28 de julio de 2008

San Juan de la Cruz II


Hace un tiempo buscando en internet algo sobre Krishnamurti, encontré un pasaje donde hablaba sobre la meditación y la importancia de hacer el vacío en la mente y mantenerla libre de pensamientos, para así poder cultivar la atención y tener una visión clara de la realidad. Ya que la falta de visión clara de la realidad era una de las causas fundamentales de nuestro sufrimiento.

Pero para conseguir este vacío, advertía de la práctica de lo que el llamaba meditadores profesionales, de fijar la atención en un objeto concreto, una vela, una imagen, etc. Pues aunque tenían un efecto positivo sobre nuestra conciencia, terminaban a la larga, por empobrecerla al reducir su campo de actuación. Argumentaba que durante la meditación, la mente no debe concentrarse en nada, dejando pasar los pensamientos y así nuestra conciencia se iba ampliando hasta abarcarlo todo. Al concentrarnos en algo concreto nuestra conciencia se va reduciendo hasta abarcar solo nuestra individualidad, mientras al no concentrarnos en nada nuestra conciencia se va ampliando hasta fundirse con el Todo.

Me recordaba a la actitud que se dice en el zen que tenemos que tener, como un gato en reposo que no se fija en nada y sin embargo está atento a todo.

Pero también me trajo a la memoria la discusión fundamental que se estableció entre Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. La primera recomendaba meditar en imágenes de Cristo o la Virgen, mientras San Juan, decía que esto era un error y que no había que tener nada en nuestra mente.

Quizás por eso, Santa Teresa de Jesús nos ha llegado como una mística de la iglesia católica, mientras San Juan de la Cruz nos ha llegado como un gran místico cristiano y su obra poética es fruto del sincretismo con la tradición sufí de la península ibérica, que todavía se dejaba sentir en la España del siglo XVI.

“Mi amado las montañas,

los valles solitarios nemorosos,

las insulas extrañas,

los ríos sonorosos,

el silbo de los aires amorosos,

la noche sosegada,

en par de los levantes de la aurora,

la música callada,

la soledad sonora,

la cena que recrea y enamora.”

domingo, 27 de julio de 2008

Seres de luz, angeles, guías, etc.


En ciertas páginas de internet y en determinados grupos que abordan temas de espiritualidad y esoterismo, se habla de seres de luz para referirse a los espíritus superiores o espíritus-maestros.

Si bien la denominación es acertada, tiene el riesgo de extender la idea de que los únicos seres de luz son esos espíritus superiores, cuando en realidad TODOS SOMOS SERES DE LUZ, hasta los demonios, espíritus malvados o horribles. Lo único es que los espíritus superiores transmiten amor, bondad, compasión, por lo que resplandecen, mientras el resto de seres como consecuencia de nuestra ignorancia ocultamos nuestra luz e incluso intentamos apagarla.

Pero eso forma parte de nuestro proceso de crecimiento y aprendizaje, por el que tienen que pasar todos los seres del universo y por el que también han pasado todos los espíritus superiores, ya los llamemos guías, ángeles, arcángeles, etc.

Porque como ya escribí hace unos días, estos espíritus superiores son seres como nosotros y en absoluto dioses.

Porque dios como muy bien dice la biblia y otras tradiciones es único, innombrable, inabarcable y todos los ines que se nos ocurran.

ESPIRITUS GUÍAS, ANGELES, ETC.

COMO SABER SI SOY MÉDIUM


Daigu Ryokan


Siempre me ha llamado la atención Daigu (El loco) Ryokan, uno de los grandes maestros del zen, vivió en Japón durante el siglo XVIII. De muy joven ingreso en un monasterio donde practico zazen y estudio poesía y caligrafía. Veinte años más tarde, a la muerte de su maestro este lo nombro su sucesor, pero el renunciando al cargo de abad, se dedico a recorrer Japón alojándose en templos y albergues. Al cabo de diez años de vagar se instalo en una cabaña en la montaña.
“La lluvia ha cesado, las nubes se han disipado, el cielo está de nuevo sereno.
Cuando el corazón es puro, cada cosa en el universo es pura.
Confiando mi cuerpo al curso de las cosas, he renunciando al mundo a fin de ser libre.
Con la luna nueva y las flores, voy a pasar el resto de mi vida.”
Allí pasará el resto de su vida mendigando su comida en los pueblos cercanos, donde pasaba largos ratos jugando con los niños. En la soledad de su cabaña se dedica a meditar, a estudiar los sutras y a escribir sus poemas, cuyas caligrafías son tenidas por las más bellas de Japón.
"Vivo en un bosque profundo,
De año en año brotan las hojas verdes;
además ningún asunto de los hombres me viene a molestar.
De vez en cuando oigo un leñador cantar.
Al sol remiendo mi vestido de monje.
Bajo la luna leo poemas.
Quisiera decir a los hombres de este mundo,
que para estar a gusto no se necesita mucho.”
Cuentan infinidad de anécdotas sobre su carácter despreocupado y su constante fluir con la vida. Un día lo visita un amigo, que viene caminando de lejos, Ryokan se ofrece a lavarle los pies para que descanse del camino. Una vez acabado le ofrece un té, para lo cual calienta agua en la cacerola que acaba de usar para lavarle los pies, ante la sorpresa de su amigo. Es la única que tiene.
“Llevando una vela, noche de nieve en la montaña;
en la calma nocturna, los copos de nieve vuelan.
Libre, a mi aire.
Lo verdadero, lo falso, ¿Qué importan?
Otro día que estaba acompañado de otro amigo, ya de noche, fue a buscar agua a una manantial cercano para preparar té, pasaba el tiempo y como no volvía su amigo decidió ir a buscarlo. Lo encontró dormido junto a la fuente. Cuando lo despertó, Ryokan le dijo, con la mayor naturalidad del mundo, que se había quedado dormido mirando la luna.
“Mil picos rodeados por las nubes heladas,
diez mil senderos, ninguna huella de hombre.
Todos los días de cara al muro;
de vez en cuando, oigo la nieve rozar la ventana.”
Nunca quiso tener discípulos, solo durante los últimos años de su vida, permitió que una joven monja de un monasterio cercano cuidara de él. Esta recopilo sus caligrafías, incluso las que estaban escritas en las paredes de su cabaña y las dio a conocer. Es curioso que alguien que no quiso ejercer como maestro, enseñara a cientos de miles a través de sus poemas.
“Voy siguiendo el curso del agua, buscando donde mana.
Llego allí donde una fuente parece comenzar, desconcertado;
comprendiendo que no se alcanza jamás la fuente verdadera.
Apoyado en mi caña, por todas partes, rumor de agua.”









jueves, 24 de julio de 2008

Un único día

Cada nuevo día trae un nuevo amanecer, esto resulta muy poético, pero como sería nuestra vida si efectivamente cada día fuera un nuevo día y nosotros actuásemos en consecuencia. Como si no existiera nada antes de ese amanecer.

Y si después del ocaso tampoco existiera nada, como nos comportaríamos si viviésemos un Único día.

Si supiéramos que este día que estamos viviendo es único, cuanta nimiedades dejarían de ser importantes, cuantas cosas haríamos que estamos siempre posponiendo, cuantas palabras amables diríamos a los que nos rodean y que no decimos porque nos arrastran los acontecimientos.

Quizás entonces comprenderíamos que los aspectos materiales de nuestra existencia son secundarios, que tener, poseer y todos nuestros deseos es lo que nos esclaviza, y que solo el amor incondicional puede liberarnos.

Y que mejor expresión del amor absoluto que entender que todos los que están a nuestro alrededor, familia, amigos, conocidos, independientemente de que nos hagan daño, están ahí para ayudarnos cada uno en su medida.

Pero nos negamos a reconocer que cada día es único, que cada instante es único, porque preferimos actuar bajo el dominio de nuestra ignorancia, preferimos seguir nuestros patrones erróneos de conducta, porque es lo que conocemos aunque nos implique enormes sufrimientos. Preferimos negar la autentica naturaleza de la realidad.

viernes, 18 de julio de 2008

La verdad


Solo existe una verdad…

Pero todos creemos estar en posesión de ella…

Todos tenemos nuestra verdad…

Fruto de nuestra percepción errónea de la realidad…

Infinitas percepciones, una para cada humano…

Producen infinitas verdades, una para cada mente…

Solo cuando alcanzamos la visión clara…

Nuestras percepciones erróneas desaparecen…

Nuestras inamovibles verdades se difuminan…

La mente particular se funde con la mente única…

Y EL AMOR APARECE COMO ÚNICA VERDAD POSIBLE…

Mientras tanto, bajo la esclavitud de nuestro ego, los demás siempre actúan incorrectamente, defraudan constantemente nuestras expectativas, no están a la altura de lo que esperamos, desagradecen nuestra entrega, no se comportan como deben, se aprovechan siempre de nosotros…

Y NOSOTROS revolcándonos en el fango de nuestro sufrimiento, nos negamos a comprender, a hundir nuestras raíces en ese fango para cómo hacer la flor de loto, a pesar de crecer en las aguas fangosas y turbias, producir una de las flores más bellas.

Como se dice en el zen: “Dar un paso atrás y dejar pasar al Buda”. Doblegar nuestro ego y dejar que se manifieste nuestra autentica naturaleza.

Y entonces, “cuando una flor se abre el mundo se levanta…”

TODOS PODEMOS SER ESA FLOR…

Espíritus confusos: Perdidos y Oscuros o malintencionados


Hay dos tipos de seres espirituales que se encuentran apegados a la tierra y que no pueden abandonarla a voluntad, a no ser que reciban ayuda para que comprendan su situación. Son los espíritus perdidos que no han realizado correctamente su tránsito después de morir físicamente, y los espíritus burlones, malvados, comúnmente conocidos como demonios y que a mí me gusta llamar horribles por su aspecto.
Los espíritus perdidos son los clásicos que son ayudados en las sesiones de espiritismo a terminar correctamente su tránsito después de morir. Suelen estar perdidos porque no se han dado cuenta de su fallecimiento o no han aceptado su muerte por infinidad de motivos. Durante su estancia en este estado suelen prolongar el sufrimiento que tenían en el momento justo de morir. Por eso es tan importante que dejemos de tratar el hecho biológico de la muerte como un tabú.
Los espíritus horribles o burlones, son seres que cuando estaban encarnados se guiaban por la maldad y causaron mucho daño a sus semejantes. Al morir se consideraban tan poco dignos y albergaban tanta culpa y odio hacía ellos mismos que se fabrican un infierno particular del que se niegan a salir. Así ha sido hasta que algunos hemos empezado a hablar con ellos y a convencerlos, con la ayuda y la inspiración de los espíritus maestros, para que se reencarnen de nuevo e intenten retomar el camino correcto y comiencen a pagar sus deudas con la humanidad.
Hay muchos más tipos de espíritus que se manifiestan junto a nosotros, pero estos lo hacen voluntariamente y siempre para ayudarnos. Son los espíritus-guías, los sanadores que colaboran con nosotros cuando decidimos hacer sanaciones, los recogealmas que acompañan a las almas perdidas una vez abandonan su confusión, los guardias que vigilan a los horribles e intentan que no se desmanden en exceso. Estos son los que yo conozco pero seguro que hay muchos más.
A Misael, Isaac, Tomas y Simeon.