Ya a la venta la guía imprenscindible para entender que te sucede y como abordarlo: EN LA LAGUNA ESTIGIA:Guía para un médium del siglo XXI
MAS INFORMACIÓN
Este blog esta protegido por las leyes de derechos de autor.
Copyright Francisco José Del Río Sánchez 2008

viernes, 18 de abril de 2014

Las flores silvestres



Había unas niñas jugando en un prado y se divertían arrancando florecillas pues era primavera. ¡Linda primavera que llena los campos del alborozo de las flores silvestres!
Arrancaban tantas que ya no les cabían en sus manos, pero ellas no se preocupaban pues siempre había una florecilla nueva por cortar. Tras el grupo de niñas quedaba un rastro de flores arrancadas, condenadas a una prematura marchitación.
Llegó la noche y se cerraron todos los capullos del prado; esa noche que era de luna creciente, apenas se distinguía un hilillo de luz curvando a la luna, se produjo un fenómeno extraordinario. La flor más inteligente del campo, la amapola, si, no me miréis con cara de extrañeza, hay flores más listas que otras que aun siendo bellas aprovechan la ostentación de otras para sobrevivir más tiempo florecidas. De todas es sabido que breve es la vida de una rosa, por ejemplo, capullo de rosa que va a abrirse capullo que se corta.
Como os iba diciendo una de las listillas del campo, la amapola, se abrió de noche y se puso a despertar a sus vecinas, a su vez estas despertaron al resto de florecillas y pronto el prado se convirtió en una orquesta de quejas y un coro de lamentos.
Pero, ¿por qué se quejaban las flores?
Al parecer se quejaban del efecto devastador de la temible pandilla de inocentes niñas que arrasaban con el esfuerzo de las plantas poniendo en peligro la supervivencia de algunas especies. Pues al arrancar todas sus flores no podían producir semillas para reproducirse.
La amapola que era la más lista, como ya os he dicho, ya al despertar a las otras flores tenía un plan previsto; la mayoría de las flores se encerraron de nuevo en su capullo, horrorizadas ante la idea de la amapola. Sólo algunas más indómitas escucharon su propuesta: ¡Quería hacer una huelga de flores!
Claro que sí, no penséis lo contrario, las plantas y los animales también pueden hacer huelga.
La idea se extendió por todo el prado y casi todas las flores estuvieron de acuerdo a pesar de su sorpresa inicial. ¿Pero en que consiste una huelga de flores? Ahora lo veremos.
Salió el sol naciendo un nuevo día y algo raro sucedía en el campo. Cuando llegó el mediodía las niñas se acercaron risueñas al prado esperando recolectar su botín diario. Pronto se quedaron pasmadas con todas sus lindas boquitas abiertas. La mayoría de las flores estaban cerradas y sólo unas pocas se habían atrevido a abrirse, ni que decir tiene que estas sucumbieron al instante en manos de las angelitas. Las niñas no salían del asombro pero rápidamente se olvidaron poniéndose a jugar al corre que te pillo.
Esa noche una de las niñas soñó que las flores no se abrían porque tenían miedo de que las cogieran. Por la mañana se lo contó a sus amigas pero estas no le hicieron mucho caso y se dirigieron al prado pues seguro que estaría de nuevo lleno de flores. Para su sorpresa no había ninguna abierta. Todas miraron con cara de asombro a la niña del sueño y volvieron a sus casas en silencio.
Esa noche la niña soñó con un prado en el que no había flores pues todas estaban tiradas por el suelo. Justo al despertarse se le ocurrió una idea, si justo en ese momento en que no sabes si todavía duermes o ya te has despertado.
Le insistió a sus amigas en que sólo debían coger unas pocas florecillas para no perjudicarlas y que así hubiera flores todas las primaveras, por supuesto no coger las raras y escasas. Al llegar al prado ese día, se habían abierto algunas flores pues no podían aguantar más tiempo cerradas y se iban a estropear. Las niñas decidieron mirarlas y no coger ninguna.
Cada día se iban abriendo más flores y las niñas siguiendo el consejo de la soñadora solo cogían unas pocas hasta que todas las flores perdieron el miedo a abrirse. Las niñas y las flores hicieron las paces asegurando así eternas primaveras floridas en el prado.







No hay comentarios: