“Ayer vi unas llamas arder sin un fuego que las provocara.
Ayer sentí el aroma de tu piel sin que tu cuerpo se me
acercara.
Ayer besé tus labios de papel sintiendo el aire entre
nosotros correr.
Ayer, si, ayer te amé y no necesité de ti.
Pero ayer no era yo, ni siquiera hoy lo soy, sin embargo tú
si eres real,
Pues existes en mi mente y no te necesito ni ver.
¿Para qué te quiero sentir si te puedo soñar?
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