He terminado de leer el volumen "Historias de Terramar" De Ursula K. Le Guin, maestra de escritura de fantasía y de vida, donde se recogen los 5 cuentos escritos por ella ambientados en el universo fantástico del archipiélago de Terramar. En ello he encontrado algún eco del precedente "El señor de los anillos" de Tolkien pero sobre todo semillas de inspiración para los posteriores Harry Potter de J. K. Rowling y la "Canción de Hielo y Fuego" , más conocida como Juego de Tronos, de George R. R. Martin. Las Historias de Terramar, careciendo de sexo y violencia explicita, son unos excelentes relatos para todos los públicos llenos de perlas de sabiduría en los que la autora al final no deja de hablarnos sobre la vida y nuestro camino interior.
Me gustaría compartir con vosotras algunas de esos destellos de sabiduría que han resonado en mi con intensidad y que modestamente creo que a todas nos pueden decir algo:
Vuestro
soy, no sólo por parentesco y tradición, sino también por el compromiso que
tengo con vosotros. Más es tiempo de recordar que soy vuestro servidor, pero no
vuestro sirviente. Cuando sea libre de volver, volveré. Hasta entonces, adiós.
…
La
mano tenebrosa que durante toda la vida le oprimiera el corazón, la había
soltado ahora. Pero no sentía alegría… Lloró por los años que había permanecido
esclavizada a un mal inútil. Lloraba de dolor porque era libre.
Lo que
estaba empezando a descubrir era el peso de la libertad. La libertad es una
carga pesada, extraña y abrumadora para el espíritu que ha de llevarla. No es
cómoda. No es un regalo que se recibe, sino una elección que se hace, y la
elección puede ser difícil. El camino asciende hacia la luz; pero el viajero
que soporta la carga acaso no llegue jamás a la meta.
…
¿Te
das cuenta, de que un acto no es, como creen los jóvenes, lo mismo que una
piedra que levantas del suelo y arrojas lejos, que da en el blanco o yerra, y
nada más? Cuando levantas la piedra la tierra se aligera y la mano que la
sostiene es más pesada. Cuando la arrojas influye en los circuitos de los astros,
y allí donde golpea o cae, el universo cambia. De un acto cualquiera depende el
Equilibrio del todo… Hemos de aprender a mantener el equilibrio. Somos
inteligentes, y no hemos de actuar en la ignorancia. Somos capaces de elegir, y
no hemos de actuar sin responsabilidad. ¿Quién soy yo, aunque pueda hacerlo,
para castigar y recompensar, para jugar con el destino de los hombres?
…
El
consejo de los muertos no es provechoso para los vivos.
…
…En
nuestra mente. El traidor, el yo, ese yo que grita: ¡Yo quiero vivir, y que se
pudra el mundo con tal de que yo viva! La pequeña alma traicionera que hay en
nosotros en la oscuridad… Nos habla a todos. Pero sólo algunos la comprenden…
los héroes, los que buscan ser ellos mismos. Ser uno mismo es una cosa rara, y
grande. Ser uno mismo para siempre, ¿no es más grande todavía?
…
Somos
tan corteses, nada más que señoras, señores y maestros, nada más que
reverencias y cumplidos… Pero como ya no era una muchacha, no sintió temor sino
sólo asombro ante el modo en que los hombres organizaban su mundo hasta
convertirlo en esa danza de máscaras, y ante la facilidad con que una mujer aprende
a danzarla.
…
… su
poder es el poder de los hombres, sus conocimientos son conocimientos de
hombres. La hombría y la magia tienen su base en una misma roca: el poder les
pertenece a los hombres. Si las mujeres tuviesen poder, ¿qué serían los hombres
sino mujeres que no pueden dar a luz? ¿Y que serían las mujeres sino hombres
que pueden hacerlo? (En este párrafo si cambias magia por espiritualidad y lo
lees de nuevo encontrarás más sentido en él)
...
…¿Por
qué les temen los hombres a las mujeres?
-Si tu
fuerza depende solamente de la debilidad del otro vives aterrorizado –dijo Ged.
-Sí;
pero parecería que las mujeres le temen
a su propia fuerza, que sienten miedo de ellas mismas.
-¿Les
enseñan alguna vez a confiar en sí mismas?
-No,
no nos enseñan a confiar… Si el poder fuese tener confianza… Todo parece tan
superfluo… El verdadero poder, la verdadera libertad, residiría en la
confianza, no en la fuerza.
De esta escritora también he leído la excelente novela de ciencia ficción: "La mano izquierda de la oscuridad"
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