Solo basta conocer un poco a ambas especies para darse cuenta de lo erronea de este planteamiento, los lobos son animales muy inteligentes e independientes que solo se agrupan para el bien común y reconocen como lider al más preparado del grupo, utilizando al minimo la violencia para ello, como animales que son. Siguen a su lider porque saben que es el mejor preparado, el más fuerte y el más sabio, pero en el momento que lo siente flaquear o algun mienbro de la manada esta más preparado lo sustituyen sin contemplación. Y no lo hacen por crueldad sino para asegurar su propia supervivencia que se veria en peligro con un lider debil.
No os preocupeis que esto no es una clase de zoologia, seguir leyendo que me vais a entender.
Por contra los borregos u ovejas, animales gregarios y sumisos por excelencia, siguen a su pastor ciegamente, aunque sea hasta la muerte. Sin cuestionar en ningún momento su valia, ni su autoridad.
No os suena la de veces que un sacerdote en una iglesia ha hablado de rebaño, de rebaño de Dios. Llegado es el momento de dejar de balar, de ser lobos con nuestra propia vida y nuestra espiritualidad, de buscar maestros autenticos y de seguirlos mientras nos superen, y de respetarlos a ellos y a nosotros abandonandolos cuando los superemos.
Nos han enseñado desde siempre a ser borregos, por eso hay tantos gurús y falsos maestros por este mundo y tantos seres desperdiciando su capacidad de crecer siguiendo a tantos falsos maestros, tantas falsas religiones.
No os lleveis a engaño, solo hay una verdadera religión, la del amor incondicional, dar sin esperar nada a cambio, todo lo demas son zarandajas y todos los preceptos, normas o enseñanzas que vayan en contra del amor, son pura mierda.
Esto que digo no significa, como creen muchos, que cada uno es su propio maestro, que solo esconde el seguir a su propio ego, porque mientras no hemos transcedido nuestro ego por completo necesitaremos alguien que nos oriente, pero hacía crecer no hacía menguar.
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo .Así lo viví yo. Durante mucho tiempo fuí una oveja dentro de un rebaño, sin balar para no desprestigiar al pastor. Con este comportamiento le hice daño a mi alma. Doy gracias a Dios por haber salido del rebaño donde al final del periódo ya no dejaban crecer a mi alma.
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