Hoy paseando junto al mar me llamo la atención las bellas tonalidades verdosas del mismo, entonces caí en la cuenta que llevaba las gafas de sol puestas, al quitármelas el mar retomo su color azul.
Así actúa sobre nuestra percepción de la realidad los velos que cubren nuestra conciencia, son la principal causa de nuestra ignorancia sobre la verdadera dinámica de la realidad, y nos encadenan a un continuo sufrimiento al negar la impermanencia de todo lo que nos rodea. Nos tergiversan los hechos que suceden a nuestro alrededor y nos impiden comprender las razones de las demás personas.
Por eso es tan importante que caigamos en la cuenta de la existencia de esos velos y trabajemos el cultivo de la atención sobre lo que estemos haciendo en cada momento, porque uno de los principales ingredientes de esos velos son la dispersión mental. En un sutra budista del que no recuerdo el nombre se dice que la mente puede crear 80000 ilusiones al día, y ninguna se corresponde con la realidad.
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