La ola termina siempre cayendo y atrapándote en su rebufo de caos donde todo se confunde, deseos, sentimientos, pasiones... No sabes donde estás, no ves nada claro, estás desorientado... Sólo quieres levantarte para coger otra ola, subir a su cresta y sentirte pleno de nuevo...
A veces lo consigues pronto, otras pasan olas revolcándote de nuevo en tus miserables creencias, haciendo más difícil recobrarte...
Pero siempre que coges la cresta, vuelves a caer. Pero te dices que vendrá una gran ola que te llevará en su cresta para siempre... Te engañas y sufres...
Escuchas y lees palabras vacías que dibujan maravillosos paisajes en tu mente fantasiosa, estiércol para la felicidad... Palabras de Amor desde la posesión, la angustia y el dolor... Te preguntas que es Amar sin encontrar respuestas... Quizás sea disfrutar del aire en la cresta de la ola y del agua turbia luchando por entrar en tus pulmones cuando rompe...
1 comentario:
Con respecto a tu reflexión, pienso q nuestra existencia, es ciertamente como el mar, pero ,dependiendo del viento q sopla, a veces las olas son inmensas y fantásticas las sensaciones q provocan, pero otras veces las olas son inexistentes y te dan sensación d relax, placidez.....q te permite meditar , observar,...
Otras están revueltas . Te manejan a su libre albedrío siendo imposible participar. Aquí sólo queda respirar profundamente , como si los pulmones estuviesen en los pies , coger fuerzas y tirar palante.
Maestra Mari.
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