Cuentan que cuando Bodhidharma (Primer patriarca del Zen) llegó a China fue llamado por el emperador, este le preguntó: "¿Quien eres?". A lo que respondió: "No se".
A continuación el emperador le explicó que había construido miles de templos y monasterios budistas y le espetó: "¿Que méritos he hecho?". Bodhidharma contesto sin inmutarse: "Ninguno".
Que méritos podemos esperar por hacer lo tenemos que hacer...
A que premios podemos aspirar por cumplir con lo que nos habíamos comprometido...
En el zen se hace mucho hincapié en que hay que practicar sin espíritu de provecho. Cuando actuamos esperando algo nuestras acciones se vuelven impuras. Cuando actuamos sin esperar nada nuestras acciones se vuelven puras.
Si no hay espíritu de provecho en lo que hacemos, en nuestra vida, nuestros méritos se vuelven infinitos...
Y no olvidemos que no podemos obtener nada, enseñanza, comprensión, sabiduría, iluminación, porque todo esta ya en nosotros, en nuestro interior.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario