En el curso de terapia regresiva de este ultimo fin de semana he descubierto algo, que me ha sorprendido e incluso dolido. Y es que a nivel inconsciente considero de más valor lo masculino que lo femenino, vamos lo que de toda la vida se ha llamado un machista, que un hombre vale más que una mujer para mi.
O al menos eso dice mi test de introyección, y para mi el inconsciente es sagrado. Y aunque me duela me da la impresión de que algo de razón debe de tener, pues nuestra herencia cultural no se borra de un plazo. Y el otro día viendo la serie cuéntame, caí en la cuenta que hace poco más de 30 años que las mujeres eran masivamente amas de casa y cuando se casaban pasaban a ser propiedad de su marido, y necesitan un permiso del mismo para montar un negocio, viajar, etc, cosas que ahora nos parecen impensables y no ha pasado ni medio siglo.
Y eso está en nuestro inconsciente colectivo y esa herencia no se cambia de un dia para otro.
De todas formas nuestro ego y nuestro karma no se transciende porque se anule, sino cuando conocemos completamente todos sus vericuetos y artimañas para dominarnos, solo cuando conocemos intimamente nuestros condicionantes podemos expresarnos en libertad.
Como muy bien decía el maestro zen Dohushô Villalba transcendemos nuestro yo egoico-mental cuando comprendemos que somos algo más que nuestra actividad mental. Y en ese momento, nuestro ego, pasa de esclavizarnos a ser nuestro más fiel servidor
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3 comentarios:
Gracias por tu sinceridad y tu valentía al escribir algo así en este blog que me consta que son muchas mujeres las que lo leen. No me queda más que darte ánimos para que sigas el camino para la superación de esas primitivas ideas de tu inconsciente colectivo que por suerte no se dan en todos los hombres.
Pienso que el inconsciente colectivo es inconsciencia generalizada. Si trabajamos en nuestra consciencia, el inconsciente se vuelve consciente. Ya no habrá a quién culpar por nuestros pensamientos y opiniones. No vale cobijarse en justificaciones tales como inconsciente colectivo. El inconsciente colectivo nos esclaviza y nos limita, nos encadena a antiguos patrones anclados en el pasado. Va un paso por detrás del momento presente. Es lento, denso, pegajoso.
La consciencia no tiene límites; nos da la verdadera libertad.
Un abrazo Curro.
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